Santander tiene el privilegio de tener en su capital Bucaramanga, la sede de la primera exhibición cinematográfica de la historia de Colombia en los límites de su territorio actual. Esto sucedió el 21 de agosto de 1897 en el Coliseo Peralta ubicado todavía en la carrera 12 con calle 42. Ésta fue hecha por el empresario venezolano Manuel Trujillo Durán con un vitascopio, inventado por el norteamericano Thomas Alva Edison. Pasada la depresión económica, política y social de la Guerra de los Mil Días, en Bucaramanga fue filmada parte del movimiento urbano del centro de la ciudad en tomas aisladas hechas con un cinematógrafo de los hermanos Lumière en 1904. Solo hasta el año de 1913 la ciudad se convirtió en un centro de exhibición con la inauguración de las salas de cine Universal y Pathé pero sin una obra propiamente hecha en la ciudad.


Después de Platarrueda y Rodríguez, continuó la cadena de creadores solitarios, quienes por sus propios medios lograron hacer obras cinematográficas en el departamento. Aparecieron en los años sesenta los nombres de Herminio Barrera, Pedro Emilio Gamboa, Mario Ribero y Carlos Álvarez, quienes incursionaron en el documental, pero luego la gran mayoría de ellos migraron a Bogotá donde desarrollaron sus carreras, en especial la de Mario Ribero dirigiendo películas y series de televisión. Carlos Álvarez por su parte se estableció en el documental. Herminio Barrera también logró hacer varios cortometrajes en documental y ficción con mayor continuidad.
Otro realizador, pero más aficionado debido a que era ingeniero, fue Augusto Schroeder quien con sus cámaras de 8 mm y 16 mm rodó algunos cortometrajes con actores naturales y también unos documentales. Con la expansión de la televisión, las cámaras de video y la llegada del formato betamax para el alquiler de películas, estos cineastas no vuelven a rodar en formato de cine y el departamento entró en una invisibilidad audiovisual sin sus creadores solitarios y errantes.

En 1996 es creado el canal de televisión regional TRO con el propósito de descentralizar la televisión regional con producción propia, para expresar la identidad del departamento, pero este ha sido enfocado más a la producción periodística, de magacines y programas institucionales. Los únicos seriados realizados han sido Aprendiendo a vivir y Secundaria Express que le apostaron a captar al público juvenil de los colegios pero que concluyeron con pobres resultados. En los noventas continúa el ciclo de formación académica con la creación del programa de Comunicación Social en la Universidad Pontificia Bolivariana que en los últimos años le ha apostado a fortalecer su línea documental.

Recientemente los entes departamentales y municipales han designado parte de sus presupuestos anuales para becas de creación de producción audiovisual. El departamento lo ha hecho con las Becas de Bicentenario y el municipio de Bucaramanga con las becas del Instituto Municipal de Cultura IMCT.
La unión de estos esfuerzos abren la posibilidad para que los realizadores regionales tengan la oportunidad de tener continuidad en sus propuestas narrativas, para evitar que tenga el mismo final que los pioneros románticos, quienes dejaron de producir por desgaste o como otros que se fueron a Bogotá a ser parte del mercado centralizado.
El festival Ojos al aire libre en su tercera versión, es un espacio de congregación simultánea en que realizadores y público, podrán ver el estado general de las producciones. Llegar a conclusiones optimistas o pesimistas, será dicho después de las exhibiciones. Mientras tanto, las paredes del Coliseo Peralta siguen esperando que las obras actuales sigan dejando una importante huella, como aquella que fue puesta en la primera exhibición en 1897.