(Escrito el 6 de marzo de 2012)
Películas como la argentina “Las acacias” venía con tres premios de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes y uno en San Sebastián en España; “La voz dormida” del español Benito Zambrano ganó un premio en San Sebastián; la brasilera “Historias que sólo existen cuando se recuerdan”, venía también con una mención especial en San Sebastián; “Heleno” de Brasil había ganado un premio en el Festival de cine de La Habana en Cuba, y la chilena “El año del tigre” traía uno del Festival de Locarno, por sólo nombrar algunas. En medio de esta reñida competencia entre 12 obras iberoamericanas, finalmente ganó “El estudiante” del argentino Santiago Mitre, porque fue sólida en su conjunto tanto por su estructura, como por sus actuaciones y montaje. Esta decisión también fue correspondida por el Premio Fipresci de la Crítica Internacional, que demuestra que para distintos jurados, esta obra era la mejor de las presentadas.
En cuanto a la categoría “Colombia al 100%”, fue grato presenciar el estreno de 13 películas nacionales con diversas apuestas estéticas como el minimalismo de “Porfirio” y “Chocó”, por apuestas agresivas en montaje como “180 segundos” y “Apatía”, por la sensibilidad social de “El jardín de amapolas”, por la narración en forma de fábula de “Sofía y el Terco”, o por narraciones sencillas como “Gordo, calvo y bajito” y “Sin palabras”, sólo por nombrar algunas. Esto demuestra que el país tiene en la actualidad distintas voces y puntos de vista en sus narraciones, pero a pesar de esta faceta esperanzadora, continúa el inmenso problema con respecto a la distribución de estas obras en las diferentes ciudades. Ojalá puedan verse todas ellas durante este año porque sería triste que tanto esfuerzo de productores y realizadores nacionales, sólo quedara para ser mostrado en Cartagena ante un grupo cerrado y pequeño de especialistas. La lucha ya no está centrada en la producción y finalización de las obras, sino en el acceso que el público colombiano del común pueda tener a ellas y que a partir de este encuentro en las salas locales, pueda formar su opinión acerca del estado de la producción nacional. Fue muy desalentador que el año pasado, la mitad de la asistencia a las salas de cine fuera lograda por una sola película como “El paseo” de Dago García y Harold Trompetero.
Un capítulo especial en esta edición del Festival es el correspondiente a la participación y premiación de obras santandereanas. El cortometraje “Los retratos” de Iván Gaona, fue uno de los firmes candidatos a ganar el premio en la competencia oficial, pero un gran contrincante como “A fabrica” del brasileño Aly Muritiba se lo impidió. De todas maneras, el Premio Especial del Jurado que obtuvo fue merecido para todo el equipo de esta producción hecha enteramente en Güepsa y sus alrededores. Por su parte, la estudiante de Artes Audiovisuales Andrea Angarita también obtuvo una mención especial del jurado en la categoría Nuevos Creadores por su animación “Natura” que demuestra el proceso académico que se está desarrollando en el departamento en cuanto a esta forma narrativa.
Una muestra aparte fue la presentación de Gemas o películas internacionales reconocidas en otros festivales. Se estrenó en el país la aclamada película iraní, “Una separación” de Asghar Farhadi, que se llevaba simultáneamente el premio Oscar a mejor película extranjera; la ruda película independiente de Estados Unidos “Shame” de Steve McQueen, la novedosa apuesta narrativa del incansable director alemán Wim Wenders con el documental “Pina” y la ganadora del Gran Premio del Jurado “El niño de la bicicleta” de los hermanos Dardenne.
Con estas evidencias, desde ya hay que ir preparando en la agenda, la asistencia al próximo festival de cine de Cartagena.
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