
A partir de esa ruptura, Cruise junto con su amiga productora Paula Wagner fueron llamados para tomar el poder de United Artists y retomar nuevamente el rumbo de esta gran compañía para que sus principios originales volvieran a restablecerse: los artistas deben tener más control sobre las obras cinematográficas que los financistas. Así fue como nació la compañía que fundaron en 1919 grandes protagonistas del cine mudo como Charles Chaplin, David W. Grifftih, Mary Pickford y Douglas Fairbanks Jr y que quebró en 1979 el director Michael Cimino con la película Las puertas del cielo. Después de esta caída, United Artists fue fusionada, comprada, y luego casi prácticamente disuelta. La entrada de Tom Cruise y Paula Wagner en 2006, le dio un viraje en la elección de los temas para proponer que ahora en Hollywood se produjeran más películas que hicieran cuestionamientos políticos con mayor fondo y que tuvieran mas protagonismo en la crítica.

Esta acción extrema en la que participó toda una gran red de funcionarios, tiene como protagonista a Tom Cruise como el Coronel Claus von Stauffenberg, quien fue el hombre que puso la bomba del atentado a las cabezas principales del regímen del Tercer Reich, en la denominada Guarida del lobo. Desafortunadamente el interés artístico de Cruise por revivir los ideales de United Artists sucumben ante el excesivo protagonismo del papel que él interpreta y se centra demasiado la historia en Stauffenberg, llegando a puntos tan desiguales, como la exageración de la escena del sacrificio final, donde más importa el lucimiento de la estrella, que el peso histórico del personaje por reivindicar el nombre de Alemania.
Los demás personajes protagónicos en todo el complot quedan muy débiles y solo se muestra al de Cruise como el más decidido de ellos. Los que adquieren más fuerza son precisamente sus dos colaboradores más cercanos, los que están por debajo de él y que lo admiran ciegamente. Allí la obra vuelve a ser una película más de Hollywood, donde las escenas, los planos y el guión están al servicio de la estrella por encima de la obra.

Sin embargo, hay que alabarle la tensión que se produce en una buena parte de la secuencia de la toma del control momentáneo por parte de los golpistas, aun cuando el desenlace ya se conoce, se construye muy bien todo ese instante haciendo creer que pudiera ser posible que esto sucediera.
Operación Valkiria, es entretenida como película, pero difícilmente puede quedar como un documento de referencia de expiación de aquellos alemanes que se arrepintieron de haber apoyado a Adolfo Hitler y su plan de destrucción de Europa para luego reinar sobre ella.
Cual plan para destruir Europa?. Sería tan amable de aclararme la veracidad de las dos últimas líneas de su comentario?. Muchas gracias.
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