(Escrito el 15 de julio de 2008)
La arriesgada película de Tarantino es una mezcla entre el slasher, un subgénero del género del terror con un asesino que persigue a unas presas elegidas y las películas pop de carreteras de los sesentas y setentas con extensas persecuciones y ruidosos autos. Todo esto unido por los acostumbrados largos diálogos que Tarantino ha desarrollado como su sello de marca que permiten el desarrollo histriónico de sus actores y que también cuenta las situaciones extremas en que sus protagonistas se han visto envueltos en el pasado antes de enfrentar el nuevo desafío que tendrá la obra. Su estructura narrativa es la de una road movie donde los carros son el objeto de obsesión de sus protagonistas, pero en la época actual.

Esta película es un ejercicio estilístico de Tarantino en el que una vez más hace una inmensa reverencia a las películas que en su vida como cinéfilo lo han obsesionado al punto de revivir y renovar muchas de ellas, como lo hizo con el género gángster en Reservoir Dogs y Pulp Fiction, con la blackexplotation en Jackie Brown y las artes marciales en Kill Bill 1 y 2.
Vale aclarar que Death Proof no está al nivel de obras mayores de su director como Reservoir Dogs y Pulp Fiction sin lugar a dudas las más importantes de su carrera, pero si logra ser muy entretenida y tiene dentro de ella, inolvidables secuencias como el baile sexy en el bar que hace Vanessa Ferlito, el plano secuencia de casi ocho minutos del diálogo entre las mujeres en la cafetería en una muestra de maestría de dirección y guión de Tarantino, y la persecución final que respira adrenalina pura, con un elemento novedoso en el carro de las mujeres con la doble Zoe Bell, que logra más tensión en la persecución.
La reivindicación femenina vuelve como uno de los temas recurrentes que ha estado desarrollando desde Jackie Brown, tanto en actos como en palabras, y en esta en especial cuenta abiertamente los temas que las mujeres hablan cuando están entre ellas, con todo el humor, desparpajo y naturalidad que tienen los grupos de amigas. Para ello actrices como Rosario Dawson, Vanessa Ferlito, Rose McGowan , Sydney Tamiia Poitier (hija del gran Sydney Poiter) y la presentación de Zoe Bell, que es una de las grandes sorpresas.
Death Proof es una película recomendada para reírse con las bromas retorcidas de su director, tensionarse con sus persecuciones y validar los guiños que hace Tarantino a todas las películas clásicas que rememora. Además, es el estreno de él como director de fotografía e igualmente actúa unas escenas en ella. Tarantino como siempre, sorprendiendo.
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