(Escrito el 7 de mayo de 2009)
8 premios oscar, 7 premios Bafta y 4 globos de oro entre otros que hacen parte una gran lista de más de 70 premios, pueden hacer creer de primera mano que Slumdog Millonaire es una obra imbatible, rotunda y conmovedora. Pero por otro lado no obtuvo premios en ningún festival europeo o asiático, y con estos hechos empezamos a revisar que esta obra no es tan imbatible como podría parecer por sus cifras. La razón de este vacío en premios y logros en el otro hemisferio del planeta es que esta una obra creada preferencialmente para el gusto occidental, basada en una historia generada en uno de los países con más historia y tradición en Asia meridional: la India.
Las obras cinematográficas populares de occidente, tienen una vasta costumbre en la manipulación de elementos como el dinamismo en el montaje y las escenas fotográficas muy bien elaboradas. Danny Boyle, su director inglés tiene una gran fortaleza en ellos, como lo demostró con anterioridad en obras completas con mucho peso dramático también como lo fueron Tumbas a ras de tierra y Trainspotting. No estoy afirmando que la película solo tenga estos elementos como sus mayores fortalezas, sino que con ellos dio con el sabor preciso en el paladar del público occidental ya acostumbrado a este tipo de narraciones. Esa es una de las claves de su éxito. Para explicarlo hay que dejar claro que Slumdog Millonaire no es una obra inolvidable que quedará en las galerías de las obras maestras del cine a pesar de la cantidad de premios que tiene a cuestas. Su justa dimensión está en que en primer lugar, es una obra con una excelente estructura de guión, construida por el escritor Simon Beaufoy (creador también de la particular e inolvidable The Full Monty). La narración de la vida de Jamal su protagonista principal, parte de un cruel interrogatorio por la policía india, debido a que no creen que su suerte sea tan cierta a la hora de estar cerca de ganar casi 20 millones de rupias. A partir de cada pregunta que ha respondido en el programa “¿Quieres ser millonario?” cuenta como en la difícil vida que ha tenido, encontró la respuesta exacta para cada una de estas preguntas capciosas.
También tiene una gran fortaleza en su rítmica presentación inicial con la historia de los tres niños sobrevivientes en la ciudad de Bombay (Mumbai) que logra perfilar claramente los personajes. El casting con actores naturales de los barrios más pobres hecho por Loveleen Tandan, codirectora india, dan mucha naturalidad a los niños Jamal, Salim y Latika. Cuando la historia avanza a los personajes en la adolescencia, empieza a perder fuerza en sus actores, y en su tramo final, la historia de enamoramiento de Jamal con Latika, pierde todo su poder que había logrado al inicio. La mirada de un equipo británico a esta realidad, causó muchas protestas por parte de sectores de la sociedad civil de la India, porque no sentían que fuera una representación real de su mundo sino más bien una representación oportunista de la novela del escritor Vikas Swarup quien contó una historia que si relataba muy bien el difícil y atractivo ambiente de la India, en el que se puede amar u odiar su realidad, por la cantidad de elementos de las particulares que hay en ella.
En la filmografía de película de Danny Boyle su obra más vapuleada fue La playa por su ligereza y frivolidad. Desafortunadamente estas características se notan en su última obra, y una dirección hacia otras posibilidades habría logrado un resultado con mayor honestidad y menos pirotecnia.
Hay que agregar que entre las otras competidoras al premio Oscar donde Slumdog Millonaire figuraba como la favorita, la sobrevaloración mediática que tuvo dejó olvidada a la película Milk de Gus Van Sant, todo un ejemplo de reivindación y lucha política del movimiento social homosexual en la ciudad de San Francisco que no tuvo la necesidad de convertirse en panfletaria, y que logró un equilibrado desarrollo de sus personajes dentro de un momento histórico muy bien reconstruido, con mucho lenguaje narrativo que nunca se vio forzado en pantalla. Sus aciertos, son los errores de la película de Boyle, que de todas maneras logra congraciarse con el público al entregar una obra entretenida que puede ver cualquier público.
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