(Escrito el 21 de abril de 2010)
La mitología griega contiene un buen número de relatos de aventuras de los enfrentamientos, muertes y liberaciones de la raza humana que tenían como protagonistas a diversos héroes, dioses, semidioses y doncellas. Los relatos cinematográficos acerca de esta mitología empezaron en 1908 con el cortometraje Edipo Rey del fránces André Calmettes y tuvieron un gran auge en el denominado cine Peplum de los años cincuenta y sesenta en Italia, donde se dio rienda suelta a la gran mayoría de películas que tuvieron en especial a Hércules como protagonista, pero se desgastó tanto que este tipo de producciones tuvieron casi una desaparición total. El traspaso a la narración audiovisual de los mitos a veces presentaba dificultades para plasmar todo el orden del cosmos que los antiguos griegos crearon. Por eso los relatos tomaban sus licencias, para contarlos con mayor facilidad al público masivo, organizando los acontecimientos en un orden con mayor simplicidad.
En los últimos años los relatos míticos en el cine, han estado más cercanos a las hazañas de los pueblos nórdicos, sajones y celtas. Recordemos historias como El señor de los anillos, Beowulf, Robin Hood, y El Rey Arturo. La aparición constante y a veces repentina de poderes, maldiciones, pruebas y ayudantes que tanto abundan en los relatos griegos no encaja en los relatos habituales de Hollywood, porque en su afán mercantil se le dificulta entrar en esas complejidades. Esto si lo logró hacer en la literatura la inglesa J. K. Rowling con sus novelas infantiles de Harry Potter que fueron llevadas a la pantalla grande con mayor facilidad.
En los griegos claramente estaban valores como la marca del destino, el designio de los dioses y la debilidad de la condición humana, que se contrapone muchas veces con los valores estadounidenses expuestos con harta reiteración en sus películas como la acción individual, la anulación de creencias legendarias y la fortaleza física.
Por eso cuando fue hecha Furia de Titanes en 1981 tuvo una de las últimas referencias más o menos respetuosa, a las peripecias de los personajes clásicos de la cultura mediterránea. En esa versión hubo un acercamiento con el destino de Perseo y se tomó su tiempo narrativo para mostrar la preparación del personaje para enfrentar a Calibos, conseguir a Pegaso, enfrentar los escorpiones, vencer a Medusa y finalmente al Kraken, que lo tomaron prestado de la mitología escandinava, porque en el mito griego realmente era Ceto. Esta fue la última película en la que participó el legendario artista visual Ray Harrihausen quien hizo los efectos visuales con su famoso stop motion que hoy en día no lucen tan bien con tanto despliegue en post producción, pero que en su momento funcionaron en este relato que impresionó a los niños y a los padres que los acompañaron a las funciones.
La nueva versión de Furia de Titanes tiene una buena introducción con una animación no tan compleja pero muy acertada en presentar el mundo de los dioses, sus disputas con los titanes y su manipuladora relación con los humanos. Esta presentación avanza con firmeza en el rescate de Perseo como bebé, el cuidado por su padre adoptivo Spyros y el ataque del dios Hades a la población de Argos por la osadía de los humanos que derrumban la estatua del dios Zeus. Pero desafortunadamente desde que Perseo es identificado en Argos como el hijo de Zeus, la historia pierde todo este trasfondo dramático para convertirse en solo un vehículo de acción, en el que van encadenadas las pruebas de Perseo y su grupo de ayudantes como en el universo de un videojuego y no como el relato mitológico que inicialmente era. Para construir un relato que el público puede digerir fácilmente junto a la crispeta y la gaseosa, las licencias narrativas son necesarias para la construcción de la historia en pro de dejar establecido el conflicto a desarrollarse. Incluso en la primera Furia de Titanes la obra estaba construida de manera distinta al relato original de Perseo, pero mantenía ese respeto por el mundo en el que se introduce y también lleva con calma la introducción a las escenas de acción. Esta habilidad en la narración la demostró muy bien James Cameron en Avatar, quien tenía preparadas las espectaculares escenas de acción para el despliegue de efectos especiales, pero primero introdujo al personaje en el mundo de Pandora.
En Furia de Titanes las escenas de acción tiene la mayor relevancia, mostrando el carácter pragmático de la actualidad de Hollywood, en la que el fin justifica los medios, pero va a un nivel tan exagerado que la película tiene como único fin, sus medios, es decir las escenas de acción. Por eso se ahogan las posibilidades de ver unas buenas actuaciones de los dioses con actores de la talla de Liam Neeson como Zeús, de Ralph Fiennes como Hades y hasta de Danny Houston como Poseidón, quien fue más decorativo que las torres de Argos construidas en post producción. Ninguno de los personajes llega a tocar ese carácter de divinidad con que fueron construidos en los poemas griegos y sus trajes de caballeros medievales lucen aún más fuera de lugar. En las escenas realizadas en la mansión de los dioses, el Olimpo, es donde más se extrañan los diálogos y las actuaciones de grandes actores como Sir Laurence Olivier, Maggie Smith, Claire Bloom y hasta incluso la de Ursula Andress quien tenía la belleza que se le atribuía a la diosa Afrodita, en la versión de 1981. Esta vez se perdieron todos ellos, no fueron entrañables, fueron de paso. Al fin y al cabo la propia mitología de Hollywood solo llega hasta el western, donde si pudieron contar muy bien el pasado norteamericano, pero al contar uno ajeno como el griego este quedo totalmente maltratado.
Furia de Titanes la original es una superpeliculasa. Intentar hacer un remake de ellas es una profanación. O se cambia todo el marco como en Scarface con Paccino o mejor que se queden en casa.
ResponderEliminarMe acuerdo de los festivos en los que ponían Furia de Titanes y en cuando perseó le muestra la cabeza de Medusa al Kraken.
Ya sé que muchos efectos pueden verse repiratas con tanta compu hoy en día, pero lo que hizo Hausen en ese tiempo fue brutal.
Totalmente de acuerdo, yo tengo muy buenos recuerdos de la original. Ver esta nueva versión es deprimente. A veces el tiempo pasado fue mucho mejor.
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